WASHINGTON D.C. El portero Juan José Gómez fue titular de la selección luego de dos años; lo hizo con victoria y varias lecciones.
Juan José Gómez fue parte del proceso eliminatorio para Sudáfrica 2010, pero después de alternar en la portería con Miguel Montes cedió el puesto y se alejó del equipo nacional por ciertos problemas fuera de la cancha que lo apartaron de la azul y blanco.
Tras la llegada del técnico Ruben Israel regresó, y ante Venezuela, el domingo pasado, fue el titular, ya que en Copa Oro no tuvo actividad. El meta rescata algunos aspectos específicos que le dejó el triunfo ante la vinotinto en el estadio Robert F. Kennedy de Washington.
"Este encuentro me dejó dos cosas especiales, una de ellas la victoria, que es lo más importante porque se remontó un marcador adverso tras unos cambios en lo táctico; lo otro, en lo personal, que es volver después de más de dos años de ausencia en la portería de la selección. En términos generales estamos contentos por aportar lo mejor al servicio del colectivo, que es lo que nos importa", señaló Gómez, ahora portero del Águila, el equipo que lo vio nacer en primera división.
Sobre su ausencia no habla mucho, aunque sí reconoció que el nombramiento de titular le creó un poco de ansiedad. "Más que nerviosismo era más la ansiedad de que empezara el partido, de estar metido en la cancha. Eso sí lo sentí bastante, pero cuando arrancó el juego fui tomando confianza y seguridad de estar nuevamente activo en la selección, y terminamos bastante bien", indicó.
Sin embargo JuanJo no ve el partido como un logro personal, sino que antepone los intereses del grupo. "Este triunfo nos sigue consolidando como grupo, como selección, como una familia, que es lo que tratamos de inculcar en el grupo, pues pasamos mucho tiempo juntos y nos tiene que hacer más fuertes. Dentro de la cancha somos nosotros lo que mandamos, y este partido fue una muestra de ello, contra una selección que salió a proponer", aseguró.
Del trámite del encuentro señaló que "en el primer tiempo nos costó sacudirnos el dominio; las modificaciones nos dieron un segundo aire, y nos dimos cuenta que lo que trabajamos lo podemos llevar a la práctica. Nos faltan cosas por corregir, pero el grupo trabajando unido va a dar muchos resultados".
La selección salvadoreña ha mostrado un juego constante en los últimos partidos, sin demasiados secretos, pero para el meta todavía hay camino que recorrer para afirmar que ya existe una identidad definida. "No podemos hablar de que ya está todo resulelto porque son dos etapas, la Copa Oro y ahora que nos reunimos con muy poco tiempo; no estuvimos completos hasta dos días antes del partido, y eso habla del compromiso. Hay que ir paso a paso, que los que se integren le den solidez a este equipo y se encuentre la identidad, pero nos falta mucho por trabajar y corregir", concluyó
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